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sábado, 19 de marzo de 2011

Necesidad de claridad en nuestros objetivos de producción/Idea y estructura/ Los planos básicos

Lenguaje y Comunicación Visual

Guía Complementaria 2:

Facilitador: Jesús Morales


• Necesidad de claridad en nuestros objetivos de producción
• Idea y estructura
• Los planos básicos

Lo que el cine narra es sólo aquello que le permiten narrar los movimientos y los tiempos de la imagen.
Gilles Deleuze

Necesidad de claridad en nuestros objetivos de producción

Como ya hemos comentado en algunas de nuestras sesiones, antes de abordar nuestro proyecto audiovisual, en primer lugar, es necesario que revisemos, analicemos y establezcamos claramente nuestros objetivos y mantenerlos claros en toda la producción. Acá en lo que respectan nuestros objetivos de producción, está nuestra idea de las que se originaría nuestro guión, esas ideas como lo dicen Ramos y Marimón (2002):

(…) pueden partir del mundo imaginario y las experiencias de un cineasta(…) pueden partir de un suceso, como ocurre en el cine realista y los documentales, o bien la adaptación de más o menos fiel de dramas, novelas o filmes anteriores.


A la hora de establecer o determinar nuestras ideas u objetivos de producción, como realizadores, podemos pretender que nuestros espectadores tengan una experiencia distinta desde el punto de vista audiovisual y emocional, podemos crear una obra audiovisual cuyo contenido bien puede estar determinado por la función misma de dicho producto, es decir si se trata de un micro informativo, un documental, un video con intención publicitaria o cortometraje de ficción, cada uno con las particularidades que le definen como tal y bien puede estar orientado a informar sobre un hecho, un acontecimiento o un personaje, dar a conocer las características de un determinado producto, motivar pretenciosamente algún mejoramiento espiritual en el espectador o simplemente divertir fatua y fugazmente a través de una experiencia que nos sirva de escape de la realidad de nuestra cotidianidad como espectadores como ocurre con gran cantidad de películas exhibidas en las salas de cine comercial que resultan visualmente muy “bonitas” pero que no pasan de ser justamente una experiencia de fugaz divertimento que se olvida casi inmediatamente que termina su tiempo de exhibición por lo “vacías” de contenido que resultan dichas películas.

Esporádicamente nos encontramos con audaces obras audiovisuales cuya razón de ser obedece a un planteamiento meramente estético orientadas a un reducido grupo de espectadores cuyos intereses frente a una obra audiovisual obedecen justamente a esos planteamientos, tal como ocurre con el videoarte y la videopoesía.
Si tenemos claros nuestros objetivos de producción, tenemos la mitad de la batalla ganada. No obstante resulta poco más que una necedad, una pretensiosa ambición que nos lleva al fracaso, pretender que aún no teniendo clara nuestra idea o nuestros objetivos de producción, encontraremos la luz, la claridad, el buen desarrollo de nuestra idea a través de un costoso proceso técnico. Recordemos entonces que, para establecer nuestros objetivos de producción, nuestra idea, nuestro planteamiento, el elemento primordial que necesitamos para desarrollar nuestra creación audiovisual es una historia, un “Algo” que contar, un mensaje. Para esto proponemos confrontar el primer borrador que refleja nuestra idea u objetivo, nuestra historia, nuestro relato con el modelo comunicativo de Harold Lasswell, el cual nos puede servir como punto de referencia para revisar y estructurar nuestro mensaje a partir de los siguientes elementos:


¿Quién /dice qué / a través de qué canal/ a quién / con qué efecto?


Recordemos que el simple hecho de tomar en cuenta todos estos elementos no nos garantiza totalmente que nuestra creación audiovisual llegará de manera directa y eficaz a todos nuestros espectadores, pero bien nos sirve para replantearnos nuestros objetivos de producción, tomar las previsiones necesarias y realizar los cálculos y los ajustes presupuestarios necesarios, así como de platearnos y replantearnos -según sea el caso la realización de los mismos- nuestro planteamiento para así no extraviarnos durante el camino de la realización de nuestra creación audiovisual.


Idea y estructura (Según Ramos y Marimón):

Idea
Es la frase que sintetiza el argumento de un guión, y que puede desarrollarse en un story line (Síntesis del argumento de una breve extensión), una sinopsis, un tratamiento y, al final en un guión. Se aplica también al germen del que nace el guión.
Las ideas pueden partir del mundo imaginario y las experiencias de un cineasta o realizador.
No obstante, las ideas pueden Partir de un suceso, como ocurre en el cine realista y los documentales, o bien de la adaptación más o menos fiel de dramas, novelas o filmes anteriores.

Estructura
Distribución y orden de las partes fundamentales de un guión (actos, secuencias, conflictos, giros, nudos, clímax y resoluciones). La estructura de un largometraje puede ser de construcción clásica en tres actos o de construcción alternativa.
Las diferencias entre estas dos estructuras consisten en que en la primera, la narración está centrada y conducida por un protagonista a lo largo de estos actos y todo está supeditado a él y a su trayectoria rectilínea.
La función de la estructura clásica es pragmática y positivista en el sentido de que transmite al espectador la idea de que si se lucha por algo con la fuerza suficiente se consigue, por lo que los protagonistas de las historias con este tipo de estructuras suelen ser activos atractivos, emprendedores, voluntariosos e incluso obsesivos.
La estructura alternativa admite variantes, como la existencia de más de un protagonista (Reservoir dogs, Pulpfiction), la trayectoria no rectilínea de ese protagonista o bien su sustitución por otro (Psicosis), la sustitución de una trama por un retrato (…) o cualquier división que se aleje de los tres actos.
Posteriormente nos podemos plantar nuestra composición, que no es otra cosa que el planteamiento de las escenas, de los elementos que las componen y que serán agrupados por secuencias.

La composición puede ser definida como el arreglo pre-determinado de los elementos de una escena, que al ser vistos como un todo, proponen un sentido e intención a dicha escena.

Una escena puede estar bien expuesta, en foco, con un balance de color ideal, bien iluminada, y aun así estar completamente vacía de contenido emocional e impacto. (No dice nada)
Si una escena es llamativa, dramática o llena de humor, uno puede dejar pasar algunas deficiencias técnicas. Esto nos lleva a la siguiente conclusión: El contenido es más importante que la forma.
En otras palabras, el mensaje de una producción es más importante que la excelencia técnica y los adornos llamativos.

Desde el punto de vista de la creación audiovisual, algunos de los elementos más importantes son:
• Idea
• Estructura
• Actos
• Secuencias
• Escenas
• Planos

El plano

El plano es la unidad mínima del discurso audiovisual. Una narración planteada desde el punto de vista audiovisual se realiza a partir de la sucesión y o encadenamiento de los planos que, en el orden que se nos presentan, adquieren un sentido e intencionalidad.

Recordemos que cada plano, además de tener su particularidad, su función y su justificación, es decir, posee sus características propias y se diferencia de los demás planos por aquello que encuadra y para condicionar nuestra atención, construir una especie de gramática audiovisual, ayudado por demás de un elemento primordial: la musicalización.

Más allá de la justificación de cada plano en relación con el guión técnico vale la pena recordar que aunque tengamos pleno dominio técnico de los equipos utilizados, los encuadres bien hechos, y los planos bien elaborados para así construir visualmente las escenas contempladas en el guión, el solo hecho de que una escena esté bien elaborada (Bien expuesta, en foco, con un balance de color ideal, bien iluminada) y a pesar de ello, la escena bien puede estar completamente vacía de contenido emocional e impacto (No dice nada).

Ahora bien, ¿Cómo sucede esto? ¿Cómo se da esta contradicción entre un una escena bien elaborada desde el punto de vista visual y ese vacío de contenido?
Como dijimos antes, cada plano tiene su particularidad, su función y su justificación, y además, se diferencia de los demás planos por aquello que encuadra; entonces cada encuadre condiciona la atención del espectador, pero hay que tomar en cuenta que el contenido es más importante que la forma, la idea, el planteamiento de nuestro guión o de nuestra producción resulta más importante que la excelencia técnica. Es la claridad de la idea, el qué queremos contar, el mensaje, el planteamiento, la certeza de nuestro objetivo y su desarrollo lo que nos va a permitir una buena realización desde el punto de vista técnico, de comienzo a fin (desde los encuadres, la captura de las imágenes, hasta la posproducción visual y sonora del producto final que verán nuestros espectadores).

Esto requiere realizar un esfuerzo pausado de humildad -que muchas veces es escasa entre los realizadores- que consiste en ponerse en los zapatos del espectador, distanciarse, apaciguar el ego y distanciarse de lo que bien podemos considerar nuestra “obra maestra” que cambiará o revolucionará el mundo y ver aquello que realizamos con “ojos de niño”, es decir, con toda la simpleza del mundo. Cuando hacemos eso, nuestra “obra maestra” cuando nuestra obra o proyecto audiovisual empieza a parecernos menos “maestra” y requiere más de una revisión que trae consigo el debido análisis y reflexión que cuando se traduce en un proceso que mezcla sencillez y complejidad nos ubica del lado de las que sí son grandes obras desde el punto de vista audiovisual que muchas de ellas son aquellas que resultan más sencillas, aunque en algunos casos, algunas obras audiovisuales, adquieren su verdadero valor con el correr del tiempo, pero como nosotros no somos Meliés, Kubrick, Kurosawa, Fritz Lang o Einsestein, si nuestro mensaje no llega a nuestros espectadores más inmediatos o cercanos, nada nos garantiza que en futuro la cosa cambie.

TIPOS DE PLANOS
La obra audiovisual tiene su unidad mínima (y básica) expresiva en el plano.
Cualquier narración y/o exposición audiovisual se basa en la sucesión y concatenación (cargada de sentido e intencionalidad) de planos. Cada tipo de plano se diferencia de los demás por aquello que encuadra y cada tipo de encuadre determina el centro de atención y posee unas determinadas capacidades para la sugerencia emocional (basadas en la convención, esto es, en el hecho de que el espectador ya reconoce su particular gramática debido a su utilización reiterada y de forma intencionada).

Los planos básicos son:

1.-Plano de detalle
2.-Primer plano
3.-Plano medio
4.-Plano americano
5.-Plano general
6.-El espacio off

1.- Plano de detalle

(Abreviado como PD o, en ocasiones, PPP, es decir primerísimo primer plano). Es un plano muy cercano en el cual la cámara nos muestra un objeto, un detalle del mismo o un detalle de una persona o animal. Sirve para recalcar la presencia de una cosa (generalmente de reducido tamaño) de forma que no pase desapercibida por el espectador pues su importancia para la trama que se está contando es capital.
Su mala utilización (más común de lo que se cree debido a la creciente banalización del lenguaje audiovisual en aras de una narrativa más impactante, sesgada y “videoclipera”) provoca confusión y puede hacer perder la atención del espectador respecto a lo que está viendo. Un ejemplo de plano de detalle, absolutamente necesario y que contribuye al seguimiento de la historia es el del picahielos bajo la cama de Sharon Stone en "Instinto Básico".



2.- Primer plano

(Abreviado como PP). Enmarca el rostro del personaje y parte de los hombros. Puede ser de dos tipos, se le llama primer plano corto (PPC) cuando enmarca únicamente la cara y primer plano largo (PPL) cuando muestra una porción significativa de los hombros. Es un plano que sirve para mostrar las emociones o estado anímico del personaje y sus reacciones ante lo que está sucediendo. Su uso nos acerca a la comprensión de la psicología del personaje y nos lo hace más próximo. Su abuso, cada vez más extendido por la influencia de la televisión ralentiza muchas veces la narración (generalmente es un plano estático) y la puede hace repetitiva y cansona.

3.- Plano medio

(Abreviado como PM). Encuadra al personaje por encima de la cintura. Nos lo muestra cercano pero nos da más pista sobre su persona. (como viste) y le resta, en ocasiones, protagonismo. También permite la inclusión de más elementos en el cuadro (una segunda persona por ejemplo). Es también un plano muy televisivo (los famosos bustos parlantes de los telediarios) e ideal para mostrar conversaciones.

4.- Plano americano

(Abreviado como PA). También llamado plano 3/4. Encuadra al actor desde la cabeza hasta las rodillas (aprox.) y se llama americano porque se utilizó con profusión en los westerns ya que servia a la perfección para encuadrar al pistolero de turno hasta la altura a la que llegaba su pistolera atada al muslo. En este plano, además de varios personajes, pueden aparecer más detalles del entorno en el que se halla el personaje si bien el interés está en la acción que desarrolla el actor (más que en él mismo).

5.- Plano general

(Abreviado como PG). El personaje aparece de cuerpo entero y rodeado por su entorno. Puede o no haber más personajes. Puede ser un plano general corto (PGC) o largo (PGL o gran plano general, GPG) según la amplitud de lo que se encuadre. Un plano general largo es muy adecuado para mostrar una gran escena de batalla o un paisaje majestuoso. Necesariamente, el interés en estos planos tan abiertos tiende a abandonar las figuras de los personajes y a quedarse con el todo, con una globalidad frente a la individualidad. Sin embargo, en ocasiones, pueden ser usados como recurso expresivo para destacar, por ejemplo, la soledad de un personaje situando su pequeña figura vista a lo lejos caminado por un desierto.


6.- El espacio off
Aparte de estos encuadres fundamentales, un realizador debe saber utilizar el espacio off. Este espacio es aquello que no aparece en la pantalla pero cuya existencia se puede suponer y/o sugerir mediante el sonido, las miradas de los personajes, etc. Así, si vemos a un personaje mirando desde una ventana a la calle (mientras oímos gritos de muchedumbre) y éste dice "Por ahí viene la manifestación", sin necesidad de mostrar nada más, el espectador completará en su mente el resto. Relacionado con esto, se halla el concepto de "cuarta pared", es decir, aquella que separa al espectador de la acción que está contemplando.

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